¿Lo que representa para mí?

Mi yaya Carmen. Y rápidamente, aparecen también las manos de costurera y tejedora de mi yaya Pilar.

cuando estoy haciendo ganchillo es como si recuperase su presencia. En mis manos hay movimientos que recuerdan rápidamente a los ágiles movimientos de los dedos de mis yayas. Eran unas artistas, ambas, con los trabajos manuales de tejedora o costurera, y en ellas me reflejo cuando deseo aprender un punto nuevo, o deseo tener la suficiente constancia como para acabar algún trabajo de ganchillo que acabo de empezar.

Cuando me ponga con la costura sencilla, te hablaré también de ellas, y de que mi abuela Pilar me enseñó a coser con una máquina de esas que tenían rueca…una antigüedad, hoy en día, que cosemos con máquina eléctrica, pero ella tenía muchísma destreza con su Singer de pedal sin electricidad…

En casa tenemos obras de arte

La yaya Carmen era artesana en su tiempo libre, artesana de verdad. Con su ganchillo como única arma contra la tristeza del mundo, tejía y tejía piezas que, como te digo, hoy en día son obras de arte.

Colchas eternas, tapetes pequeños y grandes, circulares y cuadrados, posavasos, salvamenteles, con mil y una filigranas. Obras perfectas que cada tanto yo saco de un cajón de casa, y lo pongo en un mueble para adornar la casa y darle más sensación de hogar en el lugar donde esté.

El ganchillo para mí es Hogar. Es pertenencia. Es familia, como te acabo de contar acerca de mis dos abuelas.

Es círculo de tejedoras, tejedores

Además de devolverme a mi familia, el ganchillo para mí también es unión con otras mujeres que no son aún de mi familia, pero que cada vez irán llenando mi corazón (seguro que también habrá hombres ganchilleros, pero aún no he tenido el placer de conocer algún hombre entre todas las tejedoras que voy conociendo).

Al ser tan mindful, hacer ganchillo, siento de todo corazón que el crochet forma parte de Este Instante. Y es ahora cuando le doy este lugar.

¿Y tú, haces ganchillo? Te espero en los comentarios: